LA DAMA DE SEDA
LA DAMA DE SEDA, Soledad Beltrán
(fragmento primero)
- Amor. Me demostraron amor, gran ternura y una enorme comprensión.
- "¿Qué ha sido de tus sueños, de tus aspiraciones, de tus sacrificios ? -me había dicho tía Garsenda, acurrucada junto a las brasas del hogar-. ¿Es que no ha valido para nada tu experiencia y los conocimientos adquiridos ni la libertad, cosas que jamás pudieses imaginar obtenerlos en nuestra villa ? Mírate ahí, en la penumbra, encogida como un ovillo, convertida en un guiñapo. ¿Vas a terminar así, tú, la que se reveló contra el futuro ceniciento de las mujeres ? ¿La que había dado sentimiento a mi propia vida y había vengado mis sufrimientos ? ¿Dónde está mi Berenguela ? ¿Bajo qué losa sepulcral se ha ocultado su espectro ? ¡Ya los grajos y los buitres husmean tu aliento cadavérico ! Sobrina, no dejes que tu vida se convierta en un mar de lágrimas de cristal helado.
Comentarios
Publicar un comentario