La Ilercavonia Templaria. El Distrito de Ribera


EL DISTRITO DE RIBERA

DIVISION TERRITORIAL 
DE LA ORDEN DEL TEMPLE EN ILERCAVONIA

Aunque pasa totalmente desapercibido, cabe resaltar la capitalidad de Tortosa como centro neurálgico del antiguo territorio de la Ilercavonia. Aunque también, y no menos curioso, es observar la equidistancia y la centralidad con respecto a Barcelona, Mallorca, Valencia y Zaragoza (cuatro capitales de los cuatro reinos).



Históricamente territorio de frontera por su privilegiada ubicación geoestratégica ya que poseía el control absoluto sobre la desembocadura del río Ebro (Iber), cuya plaza siempre fue disputada por todas las grandes civilizaciones del Mare Nostrum (Mediterráneo).

Debido a la navegabilidad del río Ebro, y por representar una inmejorable vía de comunicación entre el interior de la península Ibérica (de nuevo, Iber) y la mar Mediterránea, se convirtió Tortosa en un excelente alambique que favoreció la fusión de diferentes nacionalidades históricas, bien por el trasiego propio del comercio, bien por los diferentes asentamientos de pueblos en este punto geoestratégico de importantes dimensiones.

Como cualquier pueblo que quiera asentarse y dominar por mucho tiempo un territorio recién conquistado, la recién llegada Orden del Temple, en el eje del Ebro y en el tramo final se articuló un excelente frente defensivo, frontera entre la que llamaron Catalunya Nova y la frontera norte de los reinos andalusís. Tortosa, como centro neurálgico.


Con esta línea defensiva nos referimos a un extremo del Mediterráneo. En el otro extremo del Mare Nostrum, en la frontera oriental aparecida tras numerosas cruzadas, igualmente se levantaba otra línea defensiva con sus puertos, castillos y fortalezas, curiosamente como epicentro, de nuevo, Tartús, la Tortosa siriana. Una inquietante curiosidad que nos hace percibir este epicentro universal que representó Tortosa y sus territorios dentro de la Orden del Templo.

El castillo-fortaleza de Miravet llegó a ser por su localización estratégica, uno de los enclaves de mayor relevancia para la Orden del Temple, no solo por su imponente construcción única, también por el poder y el control que ejercía sobre el tráfico comercial en el río Ebro y sobre un extenso territorio.

Otro modelo de castillo estratégico fue el de Xivert, también andalusí en su tiempo (como la Suda en Tortosa y el de Miravet) y de la Orden del Templo más tarde. Aunque sabida la presencia la Orden del Templo en Peñíscola, con el añadido de ser sede papal bajo Benedicto XIII, Xivert siempre actuó como sede de encomienda principal.


EL DISTRICTE DE RIBERA (TORTOSA-MIRAVET)

Tortosa (1148) fue el primer asentamiento de la Orden del Temple una vez puesta en marcha el ambicioso plan de conquista territorial a costa de los reinos de taifas debilitadas por la desmembración del reino de Al-andalus. Desde este punto central comenzó el asentamiento de la Orden y la organización de “su” territorio en cuanto a defensa y administración.

castillo de la Suda, Tortosa


Miravet (1153) se obtuvo tras la conquista de Lleida (1149). Su territorio abarcaba las actuales comarcas de la Terra Alta y la Ribera d’Ebre, más o menos.  Fue dada a la Orden del Temple que inmediatamente pasó a dominar territorial y jurisdiccionalmente. Entre  1153 y 1164 dependió directamente de la Encomienda de Tortosa. La organización de este gran patrimonio se convertiría en el primer territorio señorial de la corona.

Para dominar prácticamente todo el territorio consiguieron el castillo de Orta (1170) y los de Ascó y Riba-roja (1182).

castillo Miravet


El control sobre la principal vía de comunicación de toda la península ibérica (el río Ebro) estuvo bajo dominio de la todopoderosa Orden del Templo. Cabe resaltar la estratégica ubicación de los castillos, fortalezas y “torres de guaita” en todo el tramo final del río hasta llegar al mar.
Se consolida de esta manera el feudo templario más poderoso de la Corona de Aragón y de los condados catalanes y de sus territorios.

castillo Ascó, Salvany 1915


“Districte” (Distrito) era una organización territorial y administrativa distinto de provincia y encomienda, aunque superior en rango.

Sobre el 1170 se consolida el “Districte de Ribera” por la incorporación de castillos, territorios y poblaciones.

En este escrito enumeraremos las encomiendas principales  y las sub-encomiendas que dependían administrativamente de la principal. Ocurría que con el tiempo una subencomienda, para ganar mayor autonomía, que ya tenían de por sí, se “independizaba” de la encomienda madre. Bien entendido que el “territorio templario” era un todo unitario universal que transcendía reinos, condados o cualquier otro territorio sin importar si era dominio civil o eclesiástico.

De cada encomienda dependían núcleos de población, pueblos, parroquias, ermitorios y castillos. Lo iremos desgranando poco a poco, como bien he dicho anteriormente.

De la encomienda de Tortosa dependía la importante encomienda agrícola de Prats.
De la encomienda de Miravet, una vez dividida la Encomienda de Tortosa-Miravet,  dependían las subencomiendas de Gandesa, que por su poder económico y estratégico se diferenciaría más tarde, la subencomienda dels Algars y la subencomienda de Nonasp.
La encomienda de Orta (Horta de Sant Joan, actualmente) por su ubicación tenía administración propia.
De la encomienda de Ascó dependía la subencomieda de Riba-roja.

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JMMA.·.

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